Volkswagen
El 26 de mayo de 1938.
Con motivo de la colocación de la primera piedra de la fábrica
Volkswagen, se presenta al público el primer Volkswagen, bautizado
por Adolf Hitler con el nombre de KdFWagen («Kraft durch Freude»,
el lema nacionalsocialista, que significa «al vigor por la alegría»).
Hitler había ordenado el desarrollo de este vehículo en 1937.
Paralelamente, se impulsó la construcción de la planta de
producción.
No sólo se fundó una nueva empresa, sino una nueva ciudad,
«la ciudad del vehículo KdF», bautizada después
de la Segunda Guerra Mundial, el 25 de mayo de 1945, por los aliados con
el nombre de Wolfsburg. La ciudad, muestra del nacionalsocialismo,
creció entre los años 1937 y 1943. La fábrica
y las viviendas de los obreros están separados por el canal Mitteburg,
y su construcción empezó a principios de 1938. Adolf
Hitler se presentó a la colocación de la primera piedra en
un cabriolet VW. Para la financiación del vehículo
KdF, el gobierno nacionalsocialista ideó un original sistema de
ahorro, mediante el cual el cliente ingresaba 5 marcos semanales, sin intereses.
De esta manera, se consiguieron reunir hasta finales de la guerra casi
286 millones de marcos. Pero como no se llegó a entregar ningún
coche, los ahorradores perdieron su dinero. La base del vehículo
KdF es el modelo 60, preserie 38, desarrollado por Ferdinand Porsche, que
posteriormente se le conocería como el «Escarabajo».
El vehículo dispone
del conocido motor bóxer de cuatro cilindros con refrigeración
por aire, montado en la parte trasera. Este motor genera una potencia
de 23,5 CV y alcanza una velocidad máxima de 100 km/h. El
capó delantero sirve de maletero, los dos faros están integrados
en los guardabarros y los parachoques delantero y trasero protegen contra
los golpes. Las puertas están provistas de estribos.
Las primeras versiones todavía prescinden de la luneta trasera a
favor de las ranuras de ventilación para el motor.
Más adelante, se
incopora la llamada luneta brezel. Los pocos vehículos KdF
que llegan a circular lo hacen con fines propagandísticos para hacer
creer a la población en la inmediata realización del proyecto.
Sin embargo, hasta la finalización de la guerra se fabrican sólo
unas 700 unidades de este vehículo, reservadas para los funcionarios
del partido. Una variante del Volkswagen, el llamado Kübelwagen
(coche del ejército) se convierte con 55.000 unidades en el vehículo
de mayor difusión entre el ejército alemán, utilizado
en todos los frentes, desde Rusia hasta África
Modelos
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