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![]() Maserati, como inicialmente Alfa o Ferrari, comienza su andadura en dos frentes: la competición automovilística y la serie, siendo esta última la razón para la financiación de la primera actividad, las carreras. En 1929 aparece el Maserati V4, que utiliza un motor de 16 cilindros, con dos filas de 8 cilindros y doble cigüeñal. Un motor de 300 caballos de potencia que goza de grandes éxitos en los circuitos, pese a sus deficiencias en los frenos y la facilidad con que desgasta los neumáticos. Su auténtico primer coche de serie es el A6 de 1947. Diseñado por Pininfarina, aporta soluciones estéticas muy originales para la época, como las ruedas traseras ocultas por la carrocería, el techo practicable en material plástico o los faros escamoteables. La belleza de estos coches italianos le proporciona un halo casi mítico, lo que lo permite competir en algunos aspectos con Ferrari. En 1958 Maserati se retira definitivamente de la competición, aunque algunos de sus motores siguieron utilizándose en la Fórmula 1. Se dedica entonces en exclusiva a la fabricación de automóviles de turismo, de extraordinaria belleza y prestaciones muy superiores a los convencionales. Fruto de este espíritu nace en 1964 el Quintroporte, con motores de seis y ocho cilindros, que se convierte en uno de los coches de más alta representación. Desde el Papa al Sha de Persia, pasando por el presidente de la República Italiana 0 el Aga Khan disfrutan de este modelo. Su diseño es obra de otro de los geniales creadores italianos, Giulio Alfieri, con la colaboración estilista de Pietro Frua. Pero las ventas no alcanzaron los niveles provistos y en 1975, en plena crisis energética, la marca italiana se vende al grupo De Tornase. Este sería un periodo de impasse hasta que, finalmente, el todopoderoso grupo Fiat adquiere la marca del tridente. Con ello, Maserati y Feriar¡, manteniendo su independencia absoluta, marchan ahora juntas en el mismo barco.
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