Lancia
Lancia fue fundada por Vinzenzo
Lancia después de que este corriera para Fiat en competiciones automovilísticas.
Su primer modelo, el Alpha,
ya destacó por las importantes innovaciones técnicas, aunque
fue con el Theta de 1914 cuando realmente se vio de lo que era capaz.
Aquel automóvil de
comienzos de siglo fue el primer vehículo en utilizar electricidad,
tanto para el motor de arranque como para las luces. Cinco años
más tarde, con el Trikappa, introducía un interesante motor
de 8 cilindros en V, tras un fallido intento de utilizar un propulsor de
12 cilindros.
Pero es en 1923 cuando se
consagra definitivamente con el modelo Lambda. Fue con éste
con el que se establecen las bases para la carrocería autoportante,
ya que el tradicional conjunto de largueros era sustituido por una «caja»
metálica, abierta por la parte superior y con grandes huecos laterales
para las puertas, lo que aligeraba el conjunto. Por si fuera poco,
el Lambda incorporaba una suspensión delantera independiente, con
muelles y amortiguadores hidráulicos concéntricos, una patente
del propio Lancia.
Desde entonces, los Lancia
se han caracterizado por su vanguardismo técnico y refinamiento
en conceptos como las suspensiones y el confort. El primer Lancia
autoportante es el Augusta de 1933, que comparte con Citroén esta
innovación y añade un interesante motor de 4 cilindros en
V, de muy compactas dimensiones y un funcionamiento excepcionalmente suave'para
la época.
Lancia es ya una marca consagrada,
aunque tiene que competir en el mercado italiano con la podeS, zufi,3samente,
mientras vivió Vicenzo, sus automóviles no participaron en
competiciones automovilísticas. Llegarían, con enorme
éxito, unos años más tarde.
Tras el paréntesis
de la guerra, durante la cual Lancia se dedicó a fabricar carros
de combate, se reanuda la actividad con el modelo Aurelia (1 95 l), un
derivado del Aprilia de 1933, en el que por vez primera la carrocería
tenía importantes concesiones a la aerodinámico. El
Aurelia, con el motor de 6 cilindros en V y el cambio en la parte posterior,
fue otro de los modelos revolucionarios de la época: frenos a la
salida de la caja de cambios y una versión Spider diseñada
por Pininfarina. Luego llegarían el Flaminia (1956), con frenos
de disco, y el Flavia de 1971, con suspensión delantera por brazos
oscilantes y circuito de frenos cruzado. El Stratos de 1972 fue el
coche más emblemático en las competiciones deportivas de
la década de los 70, con cinco victorias en Montecarlo y tres títulos
mundiales.
Lancia es, por tanto, sinónimo
de innovación y elegancia. Adquirida por Fiat en 1972, es
hoy la marca que representa estos conceptos en el consorcio italiano, con
una profunda renovación estética iniciada en este afio con
el modelo Lybra.
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