Ser el coche de James Bond en Goldfinger, le ha catapultado hasta la categoría de coche clásico.

Sin duda los pequeños extras que le había equipado "Q" en la película Goldfinger como placas de matriculas giratorias, ametralladoras, tapacubos de sierra al más puro estilo de las cuádrigas romanas y la habilidad de eyectar a cualquier acompañante no deseado, habría hecho las delicias de cualquier aficionado al motor.

Las siglas DB provienen del fabricante de tractores David Brown, que se hizo cargo de Aston Martin después de la 2ª Guerra Mundial. El modelo DB5 es una evolución de los anteriores DB1 al DB4 que fueron competidores en las pistas de carreras aunque no con demasiado éxito.

De todas formas, lo que caracteriza a este coche es su carácter deportivo y de Gran Turismo, que culmina con un diseño cuidado y de marcado toque inglés hasta en sus últimos detalles.