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Fiat
Agnelli es otro de los empresarios que ponen en marcha los sistemas de producción de Henry Ford en EE.UU., como Citroën en Francia. Ello le permite en pocos años alcanzar producciones más que notables e iniciar un cierto nivel de popularización de sus productos, algo que la marca siempre ha tenido en su patrimonio. Su primer coche que puede presumir de «popular» es el modelo 501, del año 1919, cuando Fiat, tras la Guerra Mundial -en la que se vio obligada a la construcción bélica-, se reconvierte. Aquel 501 se fabricó en la moderna factoría de Lignotto, el primer edificio de hormigón de Italia, que en su azotea disponía (y sigue disponiendo en la actualidad) de un autódromo. Al 501 le sucede el 502 y 509, en 1925, un coche con frenos en las cuatro ruedas, equipo eléctrico de 12 voltios y que, curiosamente, se ofrecía como coche en alquiler, iniciando así una actividad entonces muy novedosa y que, posteriormente, han seguido otras marcas con sus propias compañías de alquiler. Poco antes de la Segunda Guerra Mundial, en 1933, aparece el 508 Balilla. La primera aproximación al utilitario que posteriormente seguirían el Topolino (1936), el 600 (1955), el Fiat 127 (1971) y más recientemente el Uno y el Punto. Fiat es el especialista mundial en esta categoría de automóviles, en los que auna una tecnología muy avanzada, un precio muy asequible y una globalización de la producción. |