En Australia, Austin fue contratado por Wolseley, un fabricante de tijeras mecánicas para esquilar ovejas.  Pero aunque empezó en una actividad ajena a la automoción, llegaría posteriormente a ftmdar dos marcas de automóviles.  La empresa tenía una filial en Gran Bretaña.  Wolseley aceptó el deseo de Austin de regresar a su país y le encargó la jefatura del taller británico.  En esta época, Austin comenzó a experimentar con coches: en 1896, tenía listo el primer vehículo concebido enteramente por él.  Para construir su primer modelo se guió bastante por el triciclo de Bollée, pero fue gracias a esto como estableció el sistema de fabricación de automóviles de la empresa Wolseley. 

Herbert Austin permaneció hasta 1905 en Wolseley como responsable de desarrollo, fecha en la que ciertas divergencias con la dirección de la empresa motivaron su salida.  Se estableció entonces por su cuenta y presentó en 1906 su primer vehículo. 

Durante la Primera Guerra Mundial la empresa experimentó una enorme expansión.  En 1914, había 2.000 personas en plantilla, y en 1918 esta cifra se había multiplicado por diez.  Austin se convirtió en el fabricante más importante de Gran Bretaña, gracias al éxito del modelo Seven, que fue uno de los utilitarios más populares de Europa.